La omnicanalidad es una estrategia comercial de integración de canales de venta y comunicación, con el objetivo de entregar una mejor experiencia al Cliente.
La omnicanalidad es una mejora de la multicanalidad.
Con el surgimiento de nuevos canales de información, a través de la vía digital, las empresas comenzaron a utilizarlas, emitiendo información a los consumidores acerca de sus productos. Esto se conoce como multicanalidad, donde el negocio entrega y el cliente recibe.
El problema de la multicanalidad, es que estos canales actúan independientemente, desconociendo lo que ocurre en cada uno y cómo el cliente lo utiliza.
La omnicanalidad resuelve ese aspecto, interconectando todos los canales, tanto de comunicación, como de ventas.
Todo con el objetivo de que el cliente reciba información coherente y uniforme en cada canal y al momento de ejecutar la acción de compra, esta sea consecuencia de la información que recibió por todos esos canales. Canales que, juntos, guiaron al cliente a conocer el producto, sus beneficios, los descuentos, las formas de pago y dónde podría comprarlo. En síntesis, conducirlo a través del embudo de ventas.
La integración de los canales, permite articular más aspectos que sólo los de marketing y ventas. Aquí se incluye la información de inventario, la de logística y la financiera, si es que la compra se realiza con tarjetas de crédito.